En la última clase de bosnio sufrí uno de los males más habituales del estudiante de idiomas principiante. El «Síndrome del atracón», también conocido como «Síndrome Polniuman» o «Síndrome de la oca para foie-gras».
Los profesores de idiomas pueden correr el riesgo de pensar que como a los estudiantes de A1 les faltan muchas piezas para poder comunicarse hay que dárselas cuanto antes. Pero sin dosificar y sin practicar no se asimila nada.
El otro día, en una hora y media, vimos las tres conjugaciones de los verbos en presente, con irregulares incluidos; los días de la semana, los meses del año, la formación del acusativo, del instrumental, del genitivo, los adverbios de frecuencia, las horas… Todo sin casi tomar aire para respirar.
Normal que luego tuviese indigestión…