(En las palabras que faltan I ya hablaba un poco de todo esto hace un tiempo)
Cuando empiezas a aprender una lengua, al principio todo gira en torno a uno, a lo que uno puede decir sobre sí mismo o sobre lo que le rodea de forma inmediata. Por eso hay veces que con las palabras que vienen en los manuales no es suficiente.
El otro día en clase estuvimos haciendo un mapa de vocabulario sobre la ciudad. Quedó una pizarra tan estupenda que le hicimos una foto para no perderla. Y es que en un mapa así no sólo pones las palabras que ya conoces sino que puedes organizar las que sabes y además piensas en las que no sabes y te haría falta conocer.
Hoy hemos estado completando ese mapa con las palabras que los estudiantes necesitaban para describir su calle o su barrio. En una ciudad como Sarajevo, aparte de «lo normal» que hay en «todas las ciudades», hay tranvía y trolebús, escaleras y cuestas- muchas cuestas-, mezquitas, iglesias y sinagogas, y cementerios.
La semana que viene vamos a empezar a escribir pequeños textos, pero no les voy a pedir que describan su habitación o su casa. Para que usen el vocabulario que saben de forma significativa vamos a escribir para la web, para dar contenido en español a una página de viajes en la que no hay nada sobre Sarajevo. (Se lo sugerí una vez a mis alumnos albaneses y les gustó tanto la idea que algunos lo hicieron sin que se lo pidiera). A ver qué sale esta vez.
Yo, por mi parte, ando aprendiendo (ya sin red) también las palabras que me hacen falta. Y he aprendido las cosas de la casa (porque necesitaba una), y las de los restaurantes y los bares (porque tengo que comer y beber)- he aprendido a llamar a la pita de patatas «krompirusa» y a la de espinacas «zeljanica», y he aprendido que un croasant con chocolate es «kroasan sa cokoladom» y con queso «sa sirom». o sea que la preposición «sa» va con instrumental, que termina en «-om».
También he aprendido palabras como «lopovi» (ladrones), porque se lo oigo gritar todos los días a los que salen a la calle a manifiestarse desde hace casi ya un mes. Y he aprendido que uno de los verbos más productivos es «raditi». Porque la gente, además de saludarse diciendo «Sta ima?» (qué hay?) también se dice «Sta radis?» (qué haces?). Porque el tranvía o el ascensor «radi» o «ne radi» (funciona o no) . Porque uno de los bares que más nos gusta a veces «ne radi» (no abre). Y porque una vez al mes tengo «radna subota» (sábado laborable).