En el libro que estamos usando en clase tocaba ayer la archimanida lección de las tapas y los bares y mientras preparaba la sesión me acordé de una canción de El combo linga en la que se cantan nombres de tapas y raciones y pensé en llevarla a clase. Entonces salieron el angelito bueno y el diablillo travieso a aconsejarme explotaciones didácticas. El angelito bueno me decía que podría preparar una letra con huecos para que anotaran los nombres de algunos de los platos mencionados, pero que mis estudiantes (de A2) no iban a entender nada del texto de la canción y que eso les podría estresar. El diablillo me propuso que no lo planteara como un ejercicio de comprensión auditiva sino como un estímulo a la conversación, me pasó un vídeo de youtube en el que con una sucesión de diapositivas se ponía imagen a cada los platos. Así que le hice caso y lo llevé a clase (5 minutos antes estuve peleándome con todos los cables del proyector, el portátil y los altavoces). Les dije a mis chicas que escucharan la canción tranquilamente y que se fijaran en las imágenes.
¿Qué plato de los que han salido os gustaría probar?
Volvimos a ver el video, con la letra, y así pudieron identificar por escrito el nombre de las tapas que más les habían llamado la atención.
Ni loca me habría dedicado a explicarles todas las recetas de todas las raciones que se nombran en la canción. Habría salido una lista interminable de alimentos y modos de preparación larguísima e innecesaria. Les expliqué que sólo podían pedir aclaraciones de una de las tapas,así que tenían que escoger una compleja, que no hubieran podido identificar con las imágenes. El resto, si les interesaba, podrían buscarlo en el diccionario en casa.
Y como ya había conectado todos los trastos, aproveché para hacer el visionado de otro video que siempre había querido usar en clase: un fragmento de splunge que sucede en un bar y en el que las frases se terminan con gestos. El angelito bueno también me había desaconsejado usarlo: hablan muy deprisa, usan formas verbales que todavía no habéis dado. ¿por qué no te buscas un video con un diálogo prefabricado en el que los actores vocalicen bien y a menor velocidad?
Pero, como nos han explicado mil veces, la dificultad debe residir en la tarea, no en el texto. Así que le hice caso al diablillo travieso.
Les pedí a los alumnos que observaran el video. Después de verlo la primera vez (incompleto, lo cortaba antes de la última intervención de Loles León) hablamos de sus primeras impresiones: ¿dónde sucede la historia? ¿cuál es la gracia del sketch? Luego volvimos a ver el video. Los alumnos anotaron qué les pasa o qué es lo que quieren cada uno de los personajes. Después de la puesta en común y de la explicación de todos los gestos, les entregué la transcripción de lo que dice Loles León al final y les pedí que intentasen completar por escrito sus palabras. Y al final lo comprobamos viendo el fragmento que nos faltaba. Nos sirvió para reflexionar sobre algunas estrategias de la comprensión auditiva (audiovisual), sobre la importancia de los gestos y de conocer el contexto en el que se dan lugar las conversaciones. Y hablamos sobre muchas otras cosas más. La clase salió sola. Y cuando suceden cosas así uno se va a su casa más contento.
Como bien dices, la dificultad de una actividad reside en la tarea no en el material en sí. Yo también he usado el vídeo de Splunge un par de veces con niveles bajitos. Me parece un vídeo genial y a los alumnos les gusta. Me gusta la secuencia de actividad que planteas. Sencilla, eficaz y clara.