Mi gata Luca ha tenido estos días un accidente con unas consecuencias tan fatales e incómodas para ella, acostumbrada a su vida libre de entrar y salir, que, después de pensárnoslo mucho, hemos decidido que es mejor que no siga viviendo. Ha sido tan duro tomar la decisión que todavía no me lo creo… Me da tanta pena y estoy tan triste…
La recordaré siempre como llegó a casa, canija y cabezona, como sale en este vídeo: